Haṭha Yoga Pradīpikā
Luz
sobre el Haṭha Yoga
Estructura y contenido
El
Haṭha Yoga Pradīpikā es el manual escrito mas importante sobre Haṭha
Yoga. Su autor, el Yogui Svātmārāma vivió a mediados del siglo XIV
d.C. Esta obra persigue la integración entre las disciplinas físicas y las
prácticas espirituales mas elevadas del Rāja Yoga.
El
Haṭha Yoga Pradīpikā esta dividido en cuatro capítulos, con un total de
389 ślokas (aunque éste número puede oscilar de una versión a otra).
Algunos manuscritos incluyen un quinto capítulo con 24 ślokas más, pero
este suplemento pertenece claramente a un periodo posterior.
Svātmārāma
no sistematiza el camino del yoga
pero proporciona muchas definiciones fundamentales sobre
técnicas esenciales. Se describen hasta dieciséis āsanas, muchas de ellas variaciones de la
postura sentada con las piernas cruzadas.
Para quienes padecen de desórdenes en los humores corporales (doṣas) se prescriben los “seis-actos” (ṣaṭkarmas). Estas técnicas purificatorias se
deben practicar antes que las técnicas de control respiratorio. Svātmārāma diferencia ocho tipos de control de
la respiración, que
denomina
“retenciones” (kumbhakas). Se afirma que tales “retenciones”
despiertan el “poder serpentino” (kuṇḍalinīśakti).
Este
proceso esotérico se complementa con los diez “sellos” (mudrās), que
incluyen los tres “bloqueos” (bandhas): en la garganta, el estómago y el
ano. El texto también contiene descripción sobre las técnicas tántricas vajrolīmudrā,
sahajolīmudrā y amarolīmudrā.
Un característica importante en la enseñanza de Svātmārāma
es el “culto a través del sonido” (nādaupāsana), por medio del cual se
alcanza la condición de “disolución” (laya) mental.
Capitulo Primero- |
Capitulo
Segundo- |
Capitulo
Tercero- |
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Âsana |
Prāṇāyāma |
Mudrā |
Samādhi |
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Saludo y presentación |
Necesidad
del |
Kuṇḍalinī
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Samâdhi
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prânâyâma
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Mudrā
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Efectos
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Lugar para la práctica |
Necesidad
de purificar |
Mahāmudrā
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Conclusión
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los nāḍis
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Mahābandha
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Prāṇa
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Requisitos para la |
Nāḍiśodhana
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Mahāvedha
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Suṣumnā
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práctica |
Fases
del prāṇāyāma |
Efectos
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Prāṇa
y mente |
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Actitudes previas |
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Khecarī: técnica |
Mente
y mercurio |
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Posturas |
Práctica
correcta |
Khecarī: efectos |
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Posturas generales |
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Néctar
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Efectos
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Conclusión
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Posturas de meditación |
Purificaciones
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Uḍḍiyānabandha
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Dhauti
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Siddhāsana |
Vasti
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Mūlabandha |
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Padmāsana |
Netī
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Jālandharabandha |
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Siṃhāsana |
Trāṭaka
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Bhadrāsana |
Naulī
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Bandhatraya
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Conclusión |
Kapālabhātī
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Viparītakaraṇī
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Dieta moderada |
Purificación
de todos los |
Vajrolī
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Dieta a evitar |
nāḍīs
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Sahajolī
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Hábitos |
Conclusiones
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Amarolī
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Dieta recomendada |
Técnicas
de prāṇāyāma |
Vajrolī
para la yoguini |
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Conclusiones |
Bhandas
en prāṇāyāma |
Conclusión
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Kuṇḍalinī
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Sūryabhedana
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Śakticālana |
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Ujjāyī
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Kanda
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Śītkārī
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Efectos
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Śītālī
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Otras
técnicas |
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Bhastrikā
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Bhrāmarī
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Conclusiones
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Mūrcchā |
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Plāvinī
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Tipos
de kumbhaka |
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Kevala |
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Rāja
y Haṭha |
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Efectos |
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Primera parte:
sobre las āsanas
Saludo
y presentación.
I_1.
Saludo a Śiva, el primer Señor del Yoga que enseñó el haṭhavidyā
a (su esposa) Pārvatī el
cual, como una escalera, conduce hacia el rājayoga.
I_2.
El yogui Svātmārāma, después de saludar solemnemente a su maestro,
establece desde el principio que el haṭhavidyā es solamente un medio
para la realización del rājayoga.
I_3. Para quienes vagan en la
oscuridad de las diferentes doctrinas en conflicto, incapaces de seguir el rājayoga,
el compasivo Svātmārāma ofrece la luz del
haṭhavidyā.
I_10.
El haṭhayoga es un refugio para quienes padecen de los tres tipos de
dolor. Para todos los que se dedican al yoga, el haṭhayoga es la base
que soporta su práctica.
I_11.
El yogui que desee el éxito debe mantener el haṭhayoga en riguroso
secreto, pues sólo así es efectivo. Cuando se divulga indiscriminadamente
pierde todo su poder.
Lugar
para la práctica.
I_12.
Se debe practicar haṭhayoga en una pequeña y solitaria ermita (maṭha),
libre
de piedras, agua y fuego, en una región donde impere la justicia, la paz y
la
prosperidad.
I_13.
La maṭha debe tener una pequeña puerta y carecer de ventanas. El piso ha
de estar nivelado y sin hoyos, sin ser demasiado alto ni demasiado bajo, y ha
de conservarse muy limpio (cubierto de estiercol de vaca) y libre de insectos. El exterior debe ser agradable, con una entrada (maṇḍapa),
una plataforma elevada y un pozo de agua. El conjunto ha de estar rodeado por
un muro. Estas son las características de la ermita descritas por los siddha
del haṭhayoga.
Requisitos
para la práctica.
I_15. El yogui fracasa por exceso de
comida, agotamiento físico, charlatanería, ascetismo exagerado, compañía
inadecuada e inquietud.
I_16.
El éxito en el yoga depende del esfuerzo, la valiente determinación, la
audacia, el conocimiento discriminativo, la perseverancia, la fe (en las enseñanzas
del guru) y el alejamiento de toda compañía (superflua).
Actitudes
previas.
Las
diez yama son: ahiṃsa, satya, āsteya, brahmacarya,
paciencia, fortaleza de espíritu, compasión, honestidad, moderación en la dieta
y śauca.
Las diez niyama son: tapas, saṃtoṣa, espíritu
religioso, caridad,
īśvarapraṇidhāna, svādhyāya, sencillez, inteligencia,
japa y
yatna.
Posturas.
I_17.
En primer lugar se exponen las āsanas, pues constituyen el primer paso
del haṭhayoga. Las āsanas se practican para lograr una postura
estable, salud y flexibilidad.
Posturas
generales.
I_19.
Svastikāsana:sentarse en el suelo con el cuerpo erguido y las piernas
dobladas colocando la planta de cada pie entre la pantorrilla y el muslo (de la
pierna contraria).
I_20.
Gomukhāsana: el pie derecho se coloca junto a la nalga izquierda y el
pie izquierdo junto a la nalga derecha. Esta postura se parece a la boca de una
vaca.
I_21. Vīrāsana: un pie se
coloca encima del muslo contrario y el otro pie debajo (del otro muslo).
I_22. Kūrmāsana: sentarse de
forma equilibrada con los tobillos cruzados debajo del ano.
I_23. Kukkuṭāsana: en padmāsana,
se introducen las manos entre los muslos y las pantorrillas; se apoyan
firmemente en el suelo y se levanta el cuerpo.
I_24.
Uttānakūrmāsana: adoptando kukkuṭāsana (sin elevación del
cuerpo), se agarra la nuca con los dedos de las manos entrelazados y se
permanece así, como una tortuga boca arriba (con la espalda en el suelo).
I_25.
Dhanurāsana: sujetando los dedos gordos de los pies con ambas manos,
mantener una pierna estirada mientras se acerca la otra a la oreja, como sI_el
cuerpo fuera un arco.
I_26.
Matsyendrāsana: se coloca el pie derecho en la raíz del muslo izquierdo
y el pie izquierdo junto a la parte exterior de la rodilla derecha; se agarra
el pie izquierdo con la mano derecha y el derecho con la mano izquierda
(pasando los brazos por detrás de la espalda); se permanece con el cuerpo
girado todo lo que se pueda hacia la izquierda.
I_27.
Esta postura incrementa el apetito estimulando el fuego gástrico (pitta);
es un
remedio contra las enfermedades mas mortíferas. Con su práctica
regular
se despierta kuṇḍalinī y se detiene el néctar que se derrama desde la
luna.
I_28.
Paścimatānāsana: permanecer con las dos piernas extendidas en el suelo
sujetando los dedos de los pies con las manos y apoyando la cabeza sobre las
rodillas.
I_30.
Māyūrāsana: se colocan las manos firmemente en el suelo y se eleva el
cuerpo en el aire apoyando el vientre sobre los codos; el cuerpo se mantiene
recto como un palo.
I_31.
Esta āsana cura diversas enfermedades como gulma, udara y
otras dolencias abdominales; elimina los desórdenes causados por el
desequilibrio entre vata, pitta y kapha; facilita las
digestiones pesadas y hace digerible incluso a kālakūṭa.
I_32.
Śavāsana: permanecer tendido en el suelo boca arriba como un muerto;
esta āsana elimina el cansancio ocasionado por otras āsanas y
proporciona descanso a la mente.
Posturas
de meditación.
I_33. Śiva
enseñó 84 āsanas; se describen ahora las cuatro más importantes:
siddhāsana, padmāsana, siṃhāsana y bhadrāsana.
I_34. La más confortable de las
cuatro, siddhāsana, debe practicarse siempre.
I_35.
Siddhāsana: se aprieta con firmeza el talón izquierdo contra el
perineo
y se coloca el derecho justo encima del órgano sexual (a la altura del pubis),
sujetando el pene entre los dos pies (en la versión femenina, el talón mas bajo
debe colocarse contra los labios mayores de la vagina); se mantiene la barbilla
contra el pecho y se permanece sentado en posición erguida, con los sentidos
controlados y la mirada fija entre las cejas. Siddhāsana permite atravesar
la puerta que conduce a la perfección.
I_41. SI_se domina siddhāsana
y se logra contener prāṇa con la
práctica de kevalakumbhaka, no
son precisas las demás āsanas.
I_42.
Cuando se ha perfeccionado siddhāsana, se puede gozar del éxtasis
proporcionado por el estado meditativo unmanīavasthā que surge por sí
solo; los tres bandha aparecen de forma natural, sin esfuerzo.
Padmāsana.
I_44.
Padmāsana: se coloca el pie derecho sobre el muslo izquierdo y el pie
izquierdo sobre el muslo derecho; se cruzan los brazos por la espalda y se
cogen los dedos gordos de ambos pies, el del derecho con la mano derecha y el
del iquierdo con la mano izquierda; se aprieta la barbilla contra el pecho y se
fija la mirada en la punta de la nariz. Padmāsana cura las enfermedades del yogui.
I_48.
Adoptar padmāsana con una mano sobre otra (en el regazo) y la barbilla
firmemente apretada contra el pecho, meditar sobre brahma, contrayendo
frecuentemente el músculo del ano para hacer subir apana. Análogamente, llevar prāṇa hacia abajo (contrayendo la garganta). De esta
forma,
se despierta kuṇḍalinī y se logra el conocimiento supremo.
Siṃhāsana.
I_50. Siṃhāsana:
colocar los talones (con los pies cruzados) bajo el
sexo, con el
derecho tocando el lado izquierdo
del perineo y el
izquierdo
tocando el lado derecho.
I_51.
Colocar las palmas de las manos con los dedos extendidos sobre las rodillas;
con la boca abierta, concentrar la mirada en la punta de la nariz.
I_52.
Siṃhāsana es muy apreciada por los mejores yoguis. Esta excelente āsana
facilita los tres bandhas (mūlabandha, jālandarabhanda y uḍḍiyānabandha).
Bhadrāsana.
I_53. Bhadrāsana:
colocar los tobillos bajo el sexo a ambos lados del
perineo,
el derecho a la derecha y el izquierdo a la izquierda (con las
plantas
de los pies unidas).
I_54. Mantener los pies firmemente
unidos con las manos y permanecer inmóvil. Bhadrāsana cura todas las
enfermedades.
Conclusión.
I_56.
Después de las āsanas y las bandhas, continúa la secuencia en la
práctica del haṭhayoga con las distintas variaciones de kumbhakas,
los mudrās y la
concentración en el sonido interior (nāda).
Dieta
moderada.
I_58.
Seguir una dieta moderada quiere decir alimentarse con comida agradable y dulce
dejando siempre libre una cuarta parte del estómago y dedicando el acto de
comer a Śiva.
Dieta
a evitar.
I_59. No se consideran adecuados para
el yogui los alimentos amargos, agrios, picantes, salados o muy calientes; los
vegetales verdes (distintos de
los
recomendados), las legumbres fermentadas, el aceite de semillas, el sésamo, la
mostaza, las bebidas alcohólicas, el pescado, la carne, el requesón, el suero
de la mantequilla, los granos de tipo cāṣa, la azufaifa, las tortas de
aceie, la asafétida y el ajo.
I_60.
También debe evitarse la comida recalentada, los alimentos secos, demasiado
salados o ácidos, y los alimentos con mucha mezcla de vegetales (difíciles de
digerir).
Hábitos.
I_61.
Al principio, deben evitarse el fuego, las relaciones sexuales y los viajes. Gorakṣa
enseña que “al principio, el yogui ha
de evitar las compañías inadecuadas, el calentarse junto al
fuego, las relaciones sexuales, los viajes largos, los baños fríos por la
mañana temprano, el ayuno y el esfuerzo físico exagerado”.
Dieta
recomendada.
I_62.
Los siguientes alimentos son recomendados para el yogui: trigo, arroz, centeno,
ṣaṣṭikā, productos hechos de cereales, leche, ghē, azúcar moreno,
miel, jengibres eco, pepinos, patolaka, las cinco legumbres (jīvāntī,
vastumulya, akṣi, meghanāda y
punarnava), mung y agua pura.
Conclusiones.
I_64. Cualquier persona que practique
activamente yoga, ya sea joven o vieja, o incluso muy vieja, enfermiza y débil,
puede convertirse en un siddha.
I_65.
Cualquiera que practique puede lograr el éxito (siddhi), a menos que sea
perezoso. No se logra triunfar en el yoga simplemente leyendo libros (śāstras).
Segunda parte: sobre el prāṇāyāma
Necesidad
del prāṇāyāma.
II_1.
El yogui que realiza perfectamente sus āsanas, se alimenta con
moderación y controla sus sentidos, debe ahora practicar prāṇāyāma
siguiendo las instrucciones de su guru.
II_2.
Mientras la respiración (prāṇa) sea irregular, la mente permanecerá
inestable; cuando la respiración se calme la mente permanecerá inmóvil y el
yogui logrará estabilidad. Por consiguiente, se ha de controlar la respiración
(con la práctica del prāṇāyāma).
Necesidad
de purificar los nāḍis.
II_4.
Mientras los nāḍis (iḍā y piṅgalā) permanezcan con
impurezas, prāṇa no podrá entrar en suṣumnā. De esta forma el
yogui no conseguirá el estado de unmanī y no tendrá exito.
II_5. Solo cuando se hayan purificado
todos los nāḍis que están todavía impuros, el yogui podrá practicar prāṇāyāma
con éxito.
II_6. Por tanto, se ha de practicar prāṇāyāma
diariamente, con un estado mental en que predomine sattva, hasta que suṣumnā
quede libre de impurezas.
Nāḍiśodhanaprāṇāyāma
II_7.
En la postura padmāsana, el yogui debe inspirar (pūraka) a través
de la ventana nasal izquierda (candra, iḍā) y, tras contener la
respiración (kumbhaka) tanto como sea posible, ha de espirar (recaka)
por la ventana nasal derecha (sūrya, piṅgalā).
II_8.
A continuación se debe inspirar por piṅgalā, practicar kumbhaka
como antes, y espirar por iḍā.
II_10.
Si se inspira prāṇa a través de iḍā, se debe espirar a través de piṅgalā;
a continuación se inspira (nuevo prāṇa) por piṅgalā y se espira
por iḍā, siempre después de haber contenido la respiración (kumbhaka)
el máximo tiempo posible. El yogui que se perfeccione con la práctica de yama
y
practique esta respiración alternada
(nāḍi-śodhana) purificará todos sus nāḍis en tres meses.
Fases
del prāṇāyāma.
II_11.
Se ha de practicar prāṇāyāma cuatro veces al dia: a primera hora de la
mañana, a mediodia, por la tarde y a medianoche, progresando de forma gradual
hasta que se puedan efectuar ochenta kumbhaka (en cada sesión).
II_12.
En la primera fase hay transpiración, en la segunda hay temblores y en la fase
superior el prāṇa llega al lugar mas excelso (brahmārandhra); de
esta forma ha de practicarse el prāṇāyāma.
Práctica
correcta.
II_15.
El prāṇa ha de controlarse gradualmente, igual que se doman los leones,
los elefantes y los tigres (poco a poco, con paciencia y energía), pues de lo
contrario el practicante podría morir.
II_16. La práctica correcta de prāṇāyāma
libera de todas las enfermedades, pero una práctica incorrecta puede
producirlas.
II_17. Una práctica incorrecta (de prāṇāyāma)
puede ocasionar molestias en ojos, nariz y oídos, dolores de cabeza, hipo, asma
y otras dolencias (pulmonares)
II_18.
Para tener éxito (siddhi) hay que inspirar y espirar con lentitud,
procediendo también de forma gradual con kumbhaka.
Efectos.
II_19.
Cuando los nāḍis están purificados, el cuerpo adelgaza y brilla de forma
natural.
II_20.
Entonces, el yogui es capaz de retener la respiración a voluntad, se activa el
fuego gástrico, el nāda (sonido interior) se hace audible y la salud es
perfecta.
Purificaciones.
II_21.
Ṣaṭkarma debe constituir la primera práctica para las personas
flemáticas y de constitución débil. En otro caso (con vata, pitta
y kapha equilibrados), no resulta necesario.
II_23.
Estas prácticas purifican el cuerpo y han de mantenerse cuidadosamente en
secreto puesto que producen resultados maravillosos y, en consecuencia, son muy
apreciadas por los grandes yoguis.
Purificación
del tracto digestivo.
II_24.
Dhauti: se traga lentamente una tira de tela humedecida, de cuatro
pulgadas de ancho y quince palmos de largo, siguiendo las instrucciones del guru, y se saca a continuación.
II_25.
Dhauti resulta efectiva contra el asma, las enfermedades bronquiales, pliha, la lepra y muchas otras
enfermedades debidas a un desequilibrio de kapha.
Purificación
del recto.
II_26. Vastī: en utkaṭāsana
(sentado en cuclillas, con los pies juntos y las nalgas sobre los talones) y
sumergido en agua hasta el ombligo, se introduce en el recto un tubo delgado de
bambú y se contrae el esfinter anal (para aspirar el agua, agitarla dentro y,
finalmente, echarla fuera).
II_
28. La práctica correcta de vastī, purifica los dhātu (elementos
corporales: quilo, sangre, carne, grasa, hueso, médula y semen), los indriya
y la mente (antaḥkaraṇa); deja el cuerpo brillante y aumenta el poder
digestivo, eliminando todos los desórdenes fisiológicos.
Purificación
de los senos nasales.
II_29. Netī : se introduce un
fino cordón, de un palmo de largo, por una de las ventanas nasales y se saca
por la boca.
II_30. Despeja la zona craneal y
agudiza la visión; elimina con rapidez todas las molestias que surjan por
encima de los hombros.
Purificación
de los ojos.
II_31.
Trāṭaka: se mira fijamente y sin parpadear un objeto pequeño, hasta
que
surgen lágrimas. Los maestros llaman trāṭaka a esta práctica.
Purificación
del abdomen.
II_33. Naulī: inclinar la zona
de los hombros hacia delante apoyando con firmeza las palmas de las manos en el
suelo; hacer girar el vientre hacia la
izquierda y hacia la derecha, como un remolino en un río. Los
siddhas llaman
a
esto naulī.
II_34
Esta excelente práctica del haṭhayoga elimina l pesadez del fuego
gástrico, estimula la digestión, deja una sensación agradable y elimina todos
los males y desajustes de los humores.
Purificación
de los pulmones y senos craneales.
II_35.
Kapālabhātī: efectuar recaka y pūraka rápidamente, como el
fuelle de un herrero, se denomina kapālabhātī y elimina todos los males
atribuibles a kapha.
Purificación
de todos los nāḍis.
II_37. Algunos maestros opinan que
los nāḍis pueden ser purificados solo con la práctica del prāṇāyāma
y que los ṣaṭkarmas son innecesarios.
II_38.
Gajakaraṇī: con ayuda de mūlabandha hacer subir apāna
hacia la garganta y vomitar lo que haya en el estómago; con la práctica gradual
de esta técnica del haṭhayoga se pueden controlar todos los nāḍis.
Conclusiones.
II_39.
Todos los dioses, incluido brahmān, se han dedicado a la práctica del prāṇāyāma, librándose así del miedo a la
muerte; por tanto, es conveniente practicar el
control respiratorio.
II_42. Cuando prāṇa fluye a
través de suṣumnā, la mente se estabiliza; esta fijación de la mente se
llama unmanīavasthā (o manonmanīavasthā).
II_43. A fin de lograr tal estado,
los yoguis expertos practican diferentes kumbhaka, obteniendo así
maravillosos resultados (siddhis).
Técnicas
de respiración.
II_44. Hay ocho kumbhakas: sūryabhedana,
ujjāyī, śītkārī, śītālī, bhastrikā, bhrāmarī,
mūrcchā y plāvinī.
Llaves
durante la respiración.
II_45. Al final de pūraka se
debe practicar jālandarabhanda; y al final de kumbhaka y principio de recaka se debe efectuar uḍḍiyānabandha.
II_47.
Impulsando apāna hacia arriba (con mūlabandha) y haciendo bajar prāṇa
desde la garganta (con jālandarabhanda), el yogui se libera de la vejez y se convierte en un joven de dieciséis años.
Respiración
solar.
II_48.
Sūryabhedana: el yogui ha de sentarse en una āsana adecuada, en
un asiento confortable, e inspirar lentamente por piṅgalā (la fosa nasal
derecha).
II_49.
A continuación debe practicar kumbhaka hasta que sienta el prāṇa penetrar en todo su cuerpo, desde la
punta de los cabellos hasta las uñas de los dedos de los pies;
entonces ha de espirar lentamente a través de iḍā (la
fosa nasal izquierda).
Respiración
victoriosa.
II_51.
Ujjāyī: con la boca cerrada, inspirar lentamente por ambas fosas nasales
de tal forma que el aire produzca un ruido (sordo) al pasar por la garganta
hacia los pulmones.
II_52. Practicar kumbhaka como
antes y espirar por iḍā (la fosa nasal izquierda); con esta técnica se
eliminan los problemas de flema en la garganta y se incrementa la capacidad
digestiva del cuerpo.
Respiración
enfriadora.
II_54.
Śītkārī: inspirar por la boca produciendo un sonido sibilante, al
mantener la lengua entre los dientes, y espirar a continuación por la nariz; la
práctica continuada de ésta técnica vuelve al yogui hermoso como el dios del
amor (Kāmadeva).
II_55.
Entonces, se vuelve muy atractivo para las yoguinis, controla sus acciones, no
siente hambre, ni sed y no se ve afectado por la somnolencia o la pereza.
Respiración
refrescante.
II_57. Śītālī: inspirar a
través de la lengua en forma de tubo, como el pico de un pájaro, proyectada un
poco por fuera de los labios; a continuación, espirar lentamente a través de la
nariz.
II_58.
Este kumbhaka cura las enfermedades del abdomen y del bazo, entre otras;
también evita la fiebre, la tendencia a sufrir trastornos biliares, el hambre,
la sed y los efectos de los venenos.
Respiración
del fuelle.
II_59.
Bhastrikā: adoptando padmāsana, al colocar los pies sobre los
muslos (contrarios), se eliminan los efectos nocivos de todas las enfermedades.
II_60_61.
Tras adoptar correctamente dicha postura, con la espalda y la nuca alineadas,
cerrar la boca y espirar con energía por la nariz de tal forma que se sienta la
presión en el corazón, la garganta y la cabeza; a continuación, inspirar con
rapidez hasta que la respiración alcance el loto del corazón.
II_64. Después de llenar el interior
del cuerpo con prāṇa, cerrar ambas fosas nasales con el pulgar, el
anular y el meñique; efectuar kumbhaka como antes y espirar (lentamente)
a través de iḍā.
II_65. Esto elimina los desórdenes
ocasionados por un exceso de pitta, kapha y vata y
estimula el fuego gástrico del cuerpo
II_67.
Esta kumbhaka denominada bhastrikā ha de practicarse
especialmente, pues obliga al prāṇa a atravesar los tres nudos (granthi)
de suṣumnā (brahmāgranthi, viṣṇugranthi, rudragranthi)
Respiración
del zumbido.
II_68.
Bhrāmarī: inspirar rápidamente, produciendo el sonido del vuelo de un
zángano, y expirar a continuación con lentitud (después de efectuar kumbhaka),
produciendo el sonido del vuelo de una abeja; con
la
práctica de este ejercicio, los grandes yoguis experimentan una felicidad
indescriptible en sus corazones.
Respiración
extenuante.
II_69.
Mūrcchā: al final de pūraka se ejecuta un firme jālandarabhanda
y después se espira lentamente; éste kumbhaka reduce la actividad mental
de forma muy agradable.
Respiración
flotante.
II_70. Plāvinī: cuando se
llenan los pulmones completamente de aire, el yogui puede flotar facilmente en
el agua como una hoja de loto.
Tipos
de retención respiratoria.
II_71.
Hay tres tipos de prāṇayama: recaka, pūraka y kumbhaka;
kumbhaka es
también
de dos tipos: sahita (con pūraka y recaka) y kevala
(sin pūraka ni recaka).
Retención
absoluta.
II_72.
Kevala es un kumbhaka independiente de pūraka y recaka,
durante el cual se retiene prāṇa sin esfuerzo alguno; mientras no se
domine totalmente kevala,
se ha de practicar
sahita.
II_74. Cuando se domina kevalakumbhaka, sin necesidad
de pūraka y recaka,
no
existe nada en el mundo (interior) que esté fuera del alcance del yogui.
Rāja
y Haṭha.
II_76.
No se puede perfeccionar el haṭhayoga sin la práctica del rājayoga,
y viceversa; por tanto, se han de practicar los dos hasta que se obtenga la
perfección en rājayoga.
II_77.
Al final de la retención del aliento en kumbhaka se debe apartar la
mente de todos los objetos; practicando así se alcanzará el estado de rājayoga.
Efectos
de la práctica.
II_78.
Cuando se perfecciona el haṭhayoga aparecen las siguientes señales:
agilidad física, brillo en el rostro, manifestación del sonido interior (nāda),
mirada transparente, salud, control del fluido seminal (bindu), aumento
del fuego digestivo y total purificación de los nāḍis.
Tercera parte: sobre los mudrās
Kuṇḍalinī.
III_1.
De la misma forma que Ananta, el señor de las serpientes, sostiene todo
el universo con sus montañas y bosques, kuṇḍalinī es el fundamento de
todas las prácticas de yoga.
III_3. (Entonces) suṣumnā se
convierte en el camino real del prāṇa, la mente queda inactiva y el
yogui vence a la muerte.
III_5.
Así, se ha de practicar con empeño los diversos mudrās a fin de
despertar a la poderosa diosa kuṇḍalinī que duerme cerrando la entrada a
suṣumnā (la puerta de acceso a lo absoluto).
Mudrā.
III_6.
Los diez mudrās son: mahāmudrā, mahābandha, mahāvedha,
khecarī, uḍḍiyānabandha,
mūlabandha, jālandarabhanda, viparītakaraṇī,
vajrolīmudrā y śakticālana.
III_7.
Destruyen la vejez y eliminan la muerte.
Mahāmudrā.
III_10.
Mahāmudrā: presionar en el perineo con el talón izquierdo y manteniendo
esirada la pierna derecha, agarrar los dedos del pie (derecho) con las manos.
III_11.
Contraer la garganta (en jālandarabhanda) y llevar prāṇa hacia
arriba (por el suṣumnā); De esta forma kuṇḍalinī se estira, igual
que una serpiente (enroscada) cuando se golpea con un palo.
III_13.
Espirar a continuación muy lentamente, nunca deprisa; los sabios denominan a
esta práctica mahāmudrā.
III_14.
Con su práctica, se destruyen los kleśas y se vence la muerte; por eso,
los hombres mas sabios la llaman mahāmudrā, el gran mudrā.
III_17.
El que practica mahāmudrā supera problemas como enflaquecimiento, lepra,
hemorroides, gulma, molestias digestivas, etcétera.
III_18.
Así se ha descrito mahāmudrā, que proporciona grandes siddhis a
los hombres; debe mantenerse cuidadosamente en secreto, sin revelársela a
nadie.
Mahābandha.
III_19.
Mahābandha: colocar el talón izquierdo contra el perineo y el pie
derecho sobre el muslo
III_20.
Después de la inspiación, apretando firmemente la barbilla contra el pecho (en jālandarabhanda),
contraer el esfinter anal y concentrar la atención en suṣumnā.
III_21.
Tras contener la respiración el mayor tiempo posible, hay que espirar
lentamente; después de haber practicado por el lado izquierdo, hay que repetir
por el derecho.
III_24.
Esta técnica permite liberarse de la gran trampa de Yama, consigue la
unión de las tres corrientes (iḍā, piṅgalā y suṣumnā) y
posibilita que la mente permanezca concentrada en el Kedāra.
Mahāvedha.
III_26.
Mahāvedha: el yogui, sentado en mahābandha, debe inspirar con la
mente concentrada y detener a continuación el flujo de prāṇa tanto hacia arriba
como hacia abajo, por medio de jālandarabhanda.
III_27.
Con las palmas de las manos apoyadas en el suelo, el yogui debe elevar su
cuerpo en el aire para dejarse caer suavemente sobre sus nalgas varias veces;
así, el prāṇa abandona los nāḍis (iḍā y piṅgalā) y
se introduce en suṣumnā.
III_28. De esta forma tiene lugar la
unión de luna, sol y fuego (iḍā, piṅgalā y suṣumnā), que conduce a la inmortalidad;
cuando el cuerpo adopte un aspecto cadavérico, el yogui ha de
espirar (lentamente).
Efectos.
III_30.
Éstas son las tres (prácticas) que deben mantenerse secretas y que protegen contra
la muerte y la vejez, aumentan el fuego gástrico y proporcionando siddhis,
tales como aṇimā y otros.
III_31.
Deben practicarse las tres ocho veces al día, cada tres horas; esto aumenta los
efectos beneficiosos de las acciones y elimina los dañinos; quien reciba la
instrucción adecuado (por parte del guru) lo practicará gradualmente.
Khecarī:
técnica.
III_32. Khecarī: con la lengua
doblada hacia atrás se tapona el orificio de conexión del paladar con las fosas
nasales y se fija la mirada entre las cejas.
III_33.
La lengua debe alargarse gradualmente, cortando (el frenillo), agitandola y
estirandola, hasta que pueda tocar el entrecejo; entonces se consigue realizar
propiamente khecarīmudrā.
(para
agitar la lengua hay que cogerla con los dedos y moverla de derecha a
izquierda; para estirarla hay que agarrarla y ordeñarla como las ubres de una
vaca)
III_37.
Cuando el yogui dobla su lengua hacia arriba y atrás puede cerrar el punto en
que se cruzan los tres nāḍis, denominado vyomacakra; esto es khecarīmudrā.
Khecarī:
efectos.
III_38.
El yogui que permanece siquiera medio kṣaṇa (24 minutos) con la lengua
dada vuelta, se libera de envenenamientos, enfermedad, vejez y muerte.
III_39.
Quien domine khecarīmudrā no se verá afectado por la enfermedad, la
muerte, la decadencia mental, el sueño, el hambre, la sed o la falta de lucidez
intelectual.
III_40. Quien domine khecarīmudrā
quedará libre de (las leyes del) karma y del tiempo.
Néctar.
III_44.
Quien domine los secretos del yoga puede vencer a la muerte en quince dias,
manteniendo la lengua doblada hacia atrás, con la mente concentrada y bebiendo somarasa
(fluido vital, néctar).
III_45.
El yogui que inunda su cuerpo diariamente con el néctar que fluye de la “luna”
(somarasa) es inmune al veneno, aunque le muerda takṣaka.
III_46.
De la misma forma que el fuego arde mientras hay combustible y la lámpara luce
mientras quedan aceite y mecha, el alma permanece en el cuerpo mientras hay
néctar que brota del soma.
III_48. La palabra go alude a
la lengua; “comerla” (gomansabhaksna) equivale a meter la lengua en la
cavidad del paladar; esto destruye todos los pecados.
III_50. Si la lengua permanece
apretada contra el orificio del paladar haciendo fluir somarasa, que tiene un sabor salado, ácido y
picante, pero que también parece leche,
miel y ghē, entonces se eliminan todas las
enfermedades y la vejez, se vuelve invulnerable a los ataques armados, alcanza
la inmortalidad y los ocho siddhis y se vuelve irresistible ante las
mujeres siddhas. libre de la influencia de la
ignorancia (avidyā), el dolor y las ilusiones, khecarīmudrā alcanza la perfección.
Conclusión.
III_54.
Existe solo un germen de evolución, que es om; existe un solo mudrā,
khecarī; un solo deber,
llegar a ser independiente de todo; y un solo estado espiritual, manomanī avasthā.
Uḍḍiyānabandha.
III_55.
Uḍḍiyānabandha: se llama así entre los yoguis porque con su práctica el
prāṇa vuela por suṣumnā.
III_57.
Se llama uḍḍiyānabandha a la retracción del abdomen por encima del
ombligo (de tal forma que se empuje hacia la espalda y hacia el diafragma); es
el león que vence al elefante, la muerte.
III_59. Se debe contraer el abdomen
con fuerza por encima del ombligo y hacia atrás, y en el plazo de seis meses se
vencerá a la muerte, sin lugar a dudas.
Mūlabandha.
III_61.
Mūlabandha: presionar el perineo con el talón y contraer el (esfinter del)
ano para hacer subir apāna.
III_62.
Por medio de la contracción de mūlādhāra, la corriente de prāṇa,
que normalmente fluye hacia abajo, es forzada a subir (por suṣumnā); los
yoguis llaman a este ejercicio mūlabandha.
III_65.
Con la práctica constante de mūlabandha se alcanza la unión de prāṇa
y apāna, se reducen
considerablemente las secreciones (de orina y excrementos) e incluso los mas viejos rejuvenecen.
III_67.
Cuando apāna y el fuego se unen a prāṇa, caliente por naturaleza,
el fuego corporal se intensifica especialmente.
Jālandharabandha.
III_70. Jālandarabhanda:
contraer la garganta y mantener la barbilla apretada contra el pecho (hueco del
esternón); jālandarabhanda destruye la vejez y la muerte.
III_71.
Esta bandha se llama jālandara porque contrae los nāḍis y
detiene el flujo descendente del néctar que baja desde soma a través de
la cavidad en el paladar; elimina todas las afecciones de garganta.
III_73.
Cuando la garganta está firmemente contraida los dos nāḍis (iḍā y
piṅgalā) quedan como muertos; en la garganta se encuentra el cakra
del medio, viśuddha, donde se unen firmemente los (nāḍis que
conectan los) dieciséis puntos vitales.
(los
puntos vitales son: pulgares, tobillos, rodillas, muslos, perineo, pene o
clítoris, ombligo, corazón, nuca, garganta, lengua, nariz, entrecejo, frente,
cabeza y brahmarandhra)
Bandhatraya.
III_74. Practicando (simultaneamente) uḍḍiyānabandha, mūlabandha y
jālandarabhanda, se hacer subir prāṇa
por
suṣumnā.
III_75. De esta forma prāṇa queda inmovil en suṣumnā
y se vence a la vejez, la enfermedad y la muerte.
III_76.
El yogui conoce estas tres bandhas que practicaban los grandes siddhas,
como medios fundamentales a través de las cuales se consigue el éxito en haṭhayoga.
Viparītakaraṇīmudrā.
III_77. Viparītakaraṇī: todo
el néctar que produce la luna celestial (somarasa) acaba siendo devorado
por el sol; así envejece el cuerpo.
III_79. Se trata de viparītakaraṇī,
que situa el sol, en el plexo solar, por encima de la luna, sobre el paladar;
esto ha de aprenderse siguiendo las instrucciones del guru.
III_80.
En el que practica cada día incrementa el fuego gástrico y ha de tener siempre
comida abundante.
III_81.
Si reduce su alimentación, el fuego consumirá rápidamente su cuerpo. El primer
día debe permanecer (sólo) por poco tiempo apoyado sobre la cabeza, con los
pies en alto.
Vajrolīmudrā.
III_83.
Vajrolīmudrā: incluso los que llevan una vida desordenada sin observar
las disciplinas proclamadas por el yoga, pueden alcanzar el triunfo dominando vajrolīmudrā.
III_84.
Para esta práctica se necesitan dos cosas difíciles de obtener para la gente
común: leche (en el momento preciso) y una mujer que se comporte del modo
deseado.
III_85.
Aspirando el bindu que se eyacula durante la relación sexual, sea el
sujeto hombre o mujer, se obtiene éxito en la práctica de vajrolī.
III_87.
El bindu que esta a punto de ser eyaculado en la vagina de una mujer
debe aspirarse con la ayuda de vajrolīmudrā; si la eyaculación ya ha
tenido lugar se debe reaspirar el propio bindu junto con los fluidos
vaginales a fin de preservarlo.
(durante
la eyaculación, recorren la uretra contracciones espasmódicas, reflejas e
irreprimibles que expulsan el esperma; vajrolī reduce el riesgo de eyaculación
desensibilizando las terminaciones nerviosas de la uretra, lo que embota el
reflejo eyaculatorio sin disminuir la voluptuosidad sexual)
III_90.
El bindu de los hombres esta bajo el control de la mente, y la vida
depende del bindu. Por lo tanto, la mente y el bindu deben ser
protegidos por todos los medios.
III_91.
Quien domine esta práctica debe aspirar completamente el semen junto con los
fluidos vaginales de la mujer con quien tiene relación sexual, a través del
pene.
(este
śloka puede ser una interpolación posterior al texto)
Sahajolīmudrā.
III_92.
Sahajolīmudrā: sahajolī y amarolī son distintas
variaciones de vajrolī, dependiendo del resultado que se obtenga. Hay
que mezclar cenizas de estiercol quemado con agua.
III_94.
Esto se denomina sahajolī y debe ser estimado por los yoguis, pues es un
proceso benéfico que proporciona la liberación a través de la experiencia sensual.
III_95. Esta técnica solo es dominada
por personas virtuosas y valientes, que conocen la verdad y no son en absoluto
envidiosas.
Amarolīmudrā.
III_96.
Amarolīmudrā: según la doctrina secreta de los kapālika, amarolī
consiste en beber la propia orina (amarī) una vez enfriada, desechando
la primera orina de la mañana, por poseer un exceso de bilis, y la última del
día, por ser muy ligera.
Vajrolī
para la yoguini
III_98. Hay que mezclar cenizas con bindu
tras la práctica de vajrolī y frotar con esta mezcla las partes nobles
del cuerpo, obteniendo así visión divina.
III_99. Si una mujer practica lo
suficiente como para volverse una experta y es capaz de absorber el bindu
de un hombre (eyaculado en su interior) y retenerlo dentro, por medio de la
técnica vajrolī, se convertirá en una yoguini.
III_101.
Si bindu y rājas permanecen unidos en el interior del cuerpo
mediante vajrolī, se
consigue todo tipo de
siddhis.
Conclusión.
III_103.
Mediante la práctica del yoga de vajrolī, se obtiene la perfección del
cuerpo (belleza, gracia y fuerza); este tipo de yoga proporciona mérito (puṇya)
y, aunque coexiste con la experiencia sensual, conduce hacia la liberación.
Kuṇḍalinī.
III_104.
Kutilangi, kuṇḍalinī, bhujaṅgī, śakti, īśvarī,
kuṇḍalī, arundhatī: todas éstas palabras son sinónimas.
III_105.
Igual que la puerta se abre con la llave, el yogui debe abrir la puerta de la
liberación mediante el haṭhayoga y el poder de kuṇḍalinī.
III_109.
Entre el Gaṅgā y el Yamunā está sentada una joven viuda practicando
tapas; hay que poseerla
por la fuerza, pues esto conduce a la sede suprema de Viṣṇu (su esposo en sahasrara).
III_110. El sagrado Gaṅgā es iḍā
y el Yamunā es piṅgalā; entre iḍā y piṅgalā esta la
joven viuda kuṇḍalinī.
Śakticālanamudrā.
III_111. Śakticālanakriyā: se
debe despertar a la serpiente dormiḍā (kuṇḍalinī) agarrándole la cola;
entonces, śakti abandona su sueño y se levanta con fuerza.
III_112.
Después de inspirar por piṅgalā, la adormeciḍā serpiente debe ser
manejada mediante la técnica paridhāna, a fin de moverla diariamente
durante hora y media, tanto al amanecer como al atardecer.
(la
técnica paridhāna es similar a naulī, pues consiste en mover los músculos abdominales
de izquierda a derecha, de derecha a izquierda y en espiral)
Kanda.
III_113.
El kanda tiene una extensión igual al ancho de doce dedos, se encuentra
situado encima del ano a una distancia de cuatro dedos y tiene un aspecto
delicado, de color blanco, como cubierto por un trozo de paño blanco.
(el
centro del cuerpo se halla en un punto situado dos dedos por encima del ano y
dos dedos por debajo de la raiz del pene; el kanda se halla a nueve dedos del
centro del cuerpo y parece un huevo cubierto por una serie de capas
membranosas; los aṇimāles lo tienen situado en el centro del abdomen)
III_114. Sentado en la postura vajrāsana,
coger los pies cerca de los tobillos y presionar (con los talones) sobre el kanda.
III_115. En la postura de vajrāsana,
después de mover kuṇḍalinī, el yogui ha de practicar bhastrikākumbhaka,
a fin de despertarla rápiḍāmente.
III_118. De esta forma, kuṇḍalinī
deja libre la entrada de suṣumnā, que es arrastrada sin esfuerzo hacia
arriba por la corriente de prāṇa.
Efectos.
III_119. Por lo tanto, se ha de mover
todos los dias esta arundhatī, que duerme cómodamente, pues así el yogui
se verá libre de enfermedades.
III_121.
Sólo el yogui que lleva una vida de brahmacarya, observa una dieta
moderada y saludable, y practica yoga estimulando correctamente a kuṇḍalinī,
alcanzará siddhis en el plazo de 40 días.
Otras
técnicas.
III_123. Aparte de la práctica de śakticālana,
que hace moverse a kuṇḍalinī, ¿qué otras técnicas hay para eliminar las
impurezas de los 72.000 nāḍis?
III_124. Suṣumnā se endereza
(para facilitar el paso de prāṇa) por medio de la práctica de āsanas,
prāṇāyāmas y mudrās.
III_125. Quien permanezca atento a la
práctica (liberado de la pereza) y concentrado en samādhi, obtendrá
grandes beneficios tanto de śāmbhavī como de otros mudrās.
III_127.
Todas las técnicas de prāṇāyāma han de realizarse con la mente
concentrada; el sabio no debe permitir que su mente ande vagando (mientras
practica los ejercicios).
Conclusiones.
III_128. El primer Señor, Śiva,
ha descrito de esta forma las diez mudrās; cada una de ellas otorgará
grandes siddhis a quien permanezca autocontrolado (yamin).
III_129.
El que imparte las enseñanzas sobre estos mudrās, recibidas a su vez tal
como se trasmiten tradicionalmente, de guru a guru, él mismo es
verdaderamente un guru,
y se le puede llamar maestro, Dios (pṛthivī) en
forma humana.