sábado, 14 de agosto de 2021

RESUMEN HATA YOGA PRADIPIKA

 

 

 

 

 

Haṭha Yoga Pradīpikā

 

 

 

 

 

Luz sobre el Haṭha Yoga

 

 

Estructura y contenido

 

El Haṭha Yoga Pradīpikā es el manual escrito mas importante sobre Haṭha Yoga. Su autor, el Yogui Svātmārāma vivió a mediados del siglo XIV d.C. Esta obra persigue la integración entre las disciplinas físicas y las prácticas espirituales mas elevadas del Rāja Yoga.

 

El Haṭha Yoga Pradīpikā esta dividido en cuatro capítulos, con un total de 389 ślokas (aunque éste número puede oscilar de una versión a otra). Algunos manuscritos incluyen un quinto capítulo con 24 ślokas más, pero este suplemento pertenece claramente a un periodo posterior.

 

Svātmārāma no sistematiza el camino del yoga pero proporciona muchas definiciones fundamentales sobre técnicas esenciales. Se describen hasta dieciséis āsanas, muchas de ellas variaciones de la postura sentada con las piernas cruzadas. Para quienes padecen de desórdenes en los humores corporales (doṣas) se prescriben los “seis-actos” (ṣaṭkarmas). Estas técnicas purificatorias se deben practicar antes que las técnicas de control respiratorio. Svātmārāma diferencia ocho tipos de control de la respiración, que

denomina “retenciones” (kumbhakas). Se afirma que tales “retenciones” despiertan el “poder serpentino” (kuṇḍalinīśakti).

 

Este proceso esotérico se complementa con los diez “sellos” (mudrās), que incluyen los tres “bloqueos” (bandhas): en la garganta, el estómago y el ano. El texto también contiene descripción sobre las técnicas tántricas vajrolīmudrā, sahajolīmudrā y amarolīmudrā.

 

Un característica importante en la enseñanza de Svātmārāma es el “culto a través del sonido” (nādaupāsana), por medio del cual se alcanza la condición de “disolución” (laya) mental.

 

 

 

 

Capitulo Primero-

Capitulo Segundo-

Capitulo Tercero-


Âsana

Prāṇāyāma

Mudrā

Samādhi

Saludo y presentación

Necesidad del

Kuṇḍalinī

Samâdhi

 

prânâyâma

Mudrā

Efectos

Lugar para la práctica

Necesidad de purificar

Mahāmudrā

Conclusión

 

los nāḍis

Mahābandha

Prāṇa

Requisitos para la

Nāḍiśodhana

Mahāvedha

Suṣumnā

práctica

Fases del prāṇāyāma

Efectos

Prāṇa y mente

Actitudes previas

 

Khecarī: técnica

Mente y mercurio

Posturas

Práctica correcta

Khecarī: efectos

 

 

Posturas generales

 

Néctar


 

Efectos

Conclusión

 

 

Posturas de meditación

Purificaciones

Uḍḍiyānabandha


 

Dhauti

 


Siddhāsana

Vasti

Mūlabandha 


Padmāsana

Netī

Jālandharabandha


Siṃhāsana

Trāṭaka

 


Bhadrāsana

Naulī

Bandhatraya


Conclusión

Kapālabhātī

Viparītakaraṇī


Dieta moderada

Purificación de todos los

Vajrolī


Dieta a evitar

nāḍīs

Sahajolī


Hábitos

Conclusiones

Amarolī


Dieta recomendada

Técnicas de prāṇāyāma

Vajrolī para la yoguini


 

 

 


Conclusiones

Bhandas en prāṇāyāma

Conclusión


 

 

Kuṇḍalinī


 

Sūryabhedana

Śakticālana


 

Ujjāyī

Kanda


 

Śītkārī

Efectos


 

Śītālī

Otras técnicas

 

 

 

Bhastrikā

 


 

Bhrāmarī

Conclusiones


 

Mūrcchā

 

 

 

 

Plāvinī

 


 

Tipos de kumbhaka

 

 

 

 

Kevala

 


 

Rāja y Haṭha

 


 

Efectos

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Primera parte: sobre las āsanas

Saludo y presentación.

 

 

I_1. Saludo a Śiva, el primer Señor del Yoga que enseñó el haṭhavidyā a (su esposa) Pārvatī el cual, como una escalera, conduce hacia el rājayoga.

 

 

I_2. El yogui Svātmārāma, después de saludar solemnemente a su maestro, establece desde el principio que el haṭhavidyā es solamente un medio para la realización del rājayoga.

 

 

I_3. Para quienes vagan en la oscuridad de las diferentes doctrinas en conflicto, incapaces de seguir el rājayoga, el compasivo Svātmārāma ofrece la luz del

 

haṭhavidyā.

 

 

I_10. El haṭhayoga es un refugio para quienes padecen de los tres tipos de dolor. Para todos los que se dedican al yoga, el haṭhayoga es la base que soporta su práctica.

 

 

I_11. El yogui que desee el éxito debe mantener el haṭhayoga en riguroso secreto, pues sólo así es efectivo. Cuando se divulga indiscriminadamente pierde todo su poder.

Lugar para la práctica.

 

I_12. Se debe practicar haṭhayoga en una pequeña y solitaria ermita (maṭha),

 

libre de piedras, agua y fuego, en una región donde impere la justicia, la paz y

 

la prosperidad.

 

 

I_13. La maṭha debe tener una pequeña puerta y carecer de ventanas. El piso ha de estar nivelado y sin hoyos, sin ser demasiado alto ni demasiado bajo, y ha de conservarse muy limpio (cubierto de estiercol de vaca) y libre de insectos. El exterior debe ser agradable, con una entrada (maṇḍapa), una plataforma elevada y un pozo de agua. El conjunto ha de estar rodeado por un muro. Estas son las características de la ermita descritas por los siddha del haṭhayoga.

Requisitos para la práctica.

 

I_15. El yogui fracasa por exceso de comida, agotamiento físico, charlatanería, ascetismo exagerado, compañía inadecuada e inquietud.

 

I_16. El éxito en el yoga depende del esfuerzo, la valiente determinación, la audacia, el conocimiento discriminativo, la perseverancia, la fe (en las enseñanzas del guru) y el alejamiento de toda compañía (superflua).

 

Actitudes previas.

 

 

Las diez yama son: ahiṃsa, satya, āsteya, brahmacarya, paciencia, fortaleza de espíritu, compasión, honestidad, moderación en la dieta y śauca.

 

 

Las  diez  niyama  son:  tapas,  saṃtoṣa,  espíritu  religioso,  caridad,

 

īśvarapraṇidhāna, svādhyāya, sencillez, inteligencia, japa y yatna.

 

Posturas.

 

 

I_17. En primer lugar se exponen las āsanas, pues constituyen el primer paso del haṭhayoga. Las āsanas se practican para lograr una postura estable, salud y flexibilidad.

 

 

Posturas generales.

 

 

I_19. Svastikāsana:sentarse en el suelo con el cuerpo erguido y las piernas dobladas colocando la planta de cada pie entre la pantorrilla y el muslo (de la pierna contraria).

 

 

I_20. Gomukhāsana: el pie derecho se coloca junto a la nalga izquierda y el pie izquierdo junto a la nalga derecha. Esta postura se parece a la boca de una vaca.

 

I_21. Vīrāsana: un pie se coloca encima del muslo contrario y el otro pie debajo (del otro muslo).

 

 

I_22. Kūrmāsana: sentarse de forma equilibrada con los tobillos cruzados debajo del ano.

I_23. Kukkuṭāsana: en padmāsana, se introducen las manos entre los muslos y las pantorrillas; se apoyan firmemente en el suelo y se levanta el cuerpo.

 

 

I_24. Uttānakūrmāsana: adoptando kukkuṭāsana (sin elevación del cuerpo), se agarra la nuca con los dedos de las manos entrelazados y se permanece así, como una tortuga boca arriba (con la espalda en el suelo).

 

 

I_25. Dhanurāsana: sujetando los dedos gordos de los pies con ambas manos, mantener una pierna estirada mientras se acerca la otra a la oreja, como sI_el cuerpo fuera un arco.

 

 

I_26. Matsyendrāsana: se coloca el pie derecho en la raíz del muslo izquierdo y el pie izquierdo junto a la parte exterior de la rodilla derecha; se agarra el pie izquierdo con la mano derecha y el derecho con la mano izquierda (pasando los brazos por detrás de la espalda); se permanece con el cuerpo girado todo lo que se pueda hacia la izquierda.

 

 

I_27. Esta postura incrementa el apetito estimulando el fuego gástrico (pitta);

 

es un remedio contra las enfermedades mas mortíferas. Con su práctica

 

regular se despierta kuṇḍalinī y se detiene el néctar que se derrama desde la

 

luna.

 

 

I_28. Paścimatānāsana: permanecer con las dos piernas extendidas en el suelo sujetando los dedos de los pies con las manos y apoyando la cabeza sobre las rodillas.

 

 

I_30. Māyūrāsana: se colocan las manos firmemente en el suelo y se eleva el cuerpo en el aire apoyando el vientre sobre los codos; el cuerpo se mantiene recto como un palo.

 

 

I_31. Esta āsana cura diversas enfermedades como gulma, udara y otras dolencias abdominales; elimina los desórdenes causados por el desequilibrio entre vata, pitta y kapha; facilita las digestiones pesadas y hace digerible incluso a kālakūṭa.

 

 

I_32. Śavāsana: permanecer tendido en el suelo boca arriba como un muerto; esta āsana elimina el cansancio ocasionado por otras āsanas y proporciona descanso a la mente.

Posturas de meditación.

 

 

I_33. Śiva enseñó 84 āsanas; se describen ahora las cuatro más importantes:

 

siddhāsana, padmāsana, siṃhāsana y bhadrāsana.

 

 

Siddhāsana.

 

 

I_34. La más confortable de las cuatro, siddhāsana, debe practicarse siempre.

I_35. Siddhāsana: se aprieta con firmeza el talón izquierdo contra el

perineo y se coloca el derecho justo encima del órgano sexual (a la altura del pubis), sujetando el pene entre los dos pies (en la versión femenina, el talón mas bajo debe colocarse contra los labios mayores de la vagina); se mantiene la barbilla contra el pecho y se permanece sentado en posición erguida, con los sentidos controlados y la mirada fija entre las cejas. Siddhāsana permite atravesar la puerta que conduce a la perfección.

 

 

 

I_41. SI_se domina siddhāsana y se logra contener prāṇa con la

práctica de kevalakumbhaka, no son precisas las demás āsanas.

 

I_42. Cuando se ha perfeccionado siddhāsana, se puede gozar del éxtasis proporcionado por el estado meditativo unmanīavasthā que surge por sí solo; los tres bandha aparecen de forma natural, sin esfuerzo.

 

Padmāsana.

 

 

I_44. Padmāsana: se coloca el pie derecho sobre el muslo izquierdo y el pie izquierdo sobre el muslo derecho; se cruzan los brazos por la espalda y se cogen los dedos gordos de ambos pies, el del derecho con la mano derecha y el del iquierdo con la mano izquierda; se aprieta la barbilla contra el pecho y se fija la mirada en la punta de la nariz. Padmāsana cura las enfermedades del yogui.

 

 

 

 

I_48. Adoptar padmāsana con una mano sobre otra (en el regazo) y la barbilla firmemente apretada contra el pecho, meditar sobre brahma, contrayendo frecuentemente el músculo del ano para hacer subir apana. Análogamente, llevar prāṇa hacia abajo (contrayendo la garganta). De esta

forma, se despierta kuṇḍalinī y se logra el conocimiento supremo.

 

Siṃhāsana.

 

 

I_50. Siṃhāsana: colocar los talones (con los pies cruzados) bajo el

 

sexo,  con  el derecho tocando el  lado  izquierdo  del perineo y el

 

izquierdo tocando el lado derecho.

 

 

I_51. Colocar las palmas de las manos con los dedos extendidos sobre las rodillas; con la boca abierta, concentrar la mirada en la punta de la nariz.

 

 

I_52. Siṃhāsana es muy apreciada por los mejores yoguis. Esta excelente āsana facilita los tres bandhas (mūlabandha, jālandarabhanda y uḍḍiyānabandha).

Bhadrāsana.

 

 

I_53. Bhadrāsana: colocar los tobillos bajo el sexo a ambos lados del

 

perineo, el derecho a la derecha y el izquierdo a la izquierda (con las

 

plantas de los pies unidas).

 

I_54. Mantener los pies firmemente unidos con las manos y permanecer inmóvil. Bhadrāsana cura todas las enfermedades.

Conclusión.

 

 

I_56. Después de las āsanas y las bandhas, continúa la secuencia en la práctica del haṭhayoga con las distintas variaciones de kumbhakas, los mudrās y la concentración en el sonido interior (nāda).

Dieta moderada.

 

 

 

I_58. Seguir una dieta moderada quiere decir alimentarse con comida agradable y dulce dejando siempre libre una cuarta parte del estómago y dedicando el acto de comer a Śiva.

 

 

 

Dieta a evitar.

 

 

I_59. No se consideran adecuados para el yogui los alimentos amargos, agrios, picantes, salados o muy calientes; los vegetales verdes (distintos de

los recomendados), las legumbres fermentadas, el aceite de semillas, el sésamo, la mostaza, las bebidas alcohólicas, el pescado, la carne, el requesón, el suero de la mantequilla, los granos de tipo cāṣa, la azufaifa, las tortas de aceie, la asafétida y el ajo.

 

 

I_60. También debe evitarse la comida recalentada, los alimentos secos, demasiado salados o ácidos, y los alimentos con mucha mezcla de vegetales (difíciles de digerir).

Hábitos.

 

 

I_61. Al principio, deben evitarse el fuego, las relaciones sexuales y los viajes. Gorakṣa enseña que “al principio, el yogui ha de evitar las compañías inadecuadas, el calentarse junto al fuego, las relaciones sexuales, los viajes largos, los baños fríos por la mañana temprano, el ayuno y el esfuerzo físico exagerado”.

Dieta recomendada.

 

 

I_62. Los siguientes alimentos son recomendados para el yogui: trigo, arroz, centeno, ṣaṣṭikā, productos hechos de cereales, leche, ghē, azúcar moreno, miel, jengibres eco, pepinos, patolaka, las cinco legumbres (jīvāntī, vastumulya, akṣi, meghanāda y punarnava), mung y agua pura.

Conclusiones.

 

 

I_64. Cualquier persona que practique activamente yoga, ya sea joven o vieja, o incluso muy vieja, enfermiza y débil, puede convertirse en un siddha.

 

I_65. Cualquiera que practique puede lograr el éxito (siddhi), a menos que sea perezoso. No se logra triunfar en el yoga simplemente leyendo libros (śāstras).

 

Segunda parte: sobre el prāṇāyāma

Necesidad del prāṇāyāma.

 

 

II_1. El yogui que realiza perfectamente sus āsanas, se alimenta con moderación y controla sus sentidos, debe ahora practicar prāṇāyāma siguiendo las instrucciones de su guru.

 

 

II_2. Mientras la respiración (prāṇa) sea irregular, la mente permanecerá inestable; cuando la respiración se calme la mente permanecerá inmóvil y el yogui logrará estabilidad. Por consiguiente, se ha de controlar la respiración (con la práctica del prāṇāyāma).

Necesidad de purificar los nāḍis.

 

II_4. Mientras los nāḍis (iḍā y piṅgalā) permanezcan con impurezas, prāṇa no podrá entrar en suṣumnā. De esta forma el yogui no conseguirá el estado de unmanī y no tendrá exito.

 

 

II_5. Solo cuando se hayan purificado todos los nāḍis que están todavía impuros, el yogui podrá practicar prāṇāyāma con éxito.

II_6. Por tanto, se ha de practicar prāṇāyāma diariamente, con un estado mental en que predomine sattva, hasta que suṣumnā quede libre de impurezas.

Nāḍiśodhanaprāṇāyāma

 

 

II_7. En la postura padmāsana, el yogui debe inspirar (pūraka) a través de la ventana nasal izquierda (candra, iḍā) y, tras contener la respiración (kumbhaka) tanto como sea posible, ha de espirar (recaka) por la ventana nasal derecha (sūrya, piṅgalā).

 

II_8. A continuación se debe inspirar por piṅgalā, practicar kumbhaka como antes, y espirar por iḍā.

 

 

II_10. Si se inspira prāṇa a través de iḍā, se debe espirar a través de piṅgalā; a continuación se inspira (nuevo prāṇa) por piṅgalā y se espira por iḍā, siempre después de haber contenido la respiración (kumbhaka) el máximo tiempo posible. El yogui que se perfeccione con la práctica de yama y

practique esta respiración alternada (nāḍi-śodhana) purificará todos sus nāḍis en tres meses.

Fases del prāṇāyāma.

 

 

II_11. Se ha de practicar prāṇāyāma cuatro veces al dia: a primera hora de la mañana, a mediodia, por la tarde y a medianoche, progresando de forma gradual hasta que se puedan efectuar ochenta kumbhaka (en cada sesión).

 

 

II_12. En la primera fase hay transpiración, en la segunda hay temblores y en la fase superior el prāṇa llega al lugar mas excelso (brahmārandhra); de esta forma ha de practicarse el prāṇāyāma.

 

Práctica correcta.

 

 

II_15. El prāṇa ha de controlarse gradualmente, igual que se doman los leones, los elefantes y los tigres (poco a poco, con paciencia y energía), pues de lo contrario el practicante podría morir.

 

II_16. La práctica correcta de prāṇāyāma libera de todas las enfermedades, pero una práctica incorrecta puede producirlas.

 

 

II_17. Una práctica incorrecta (de prāṇāyāma) puede ocasionar molestias en ojos, nariz y oídos, dolores de cabeza, hipo, asma y otras dolencias (pulmonares)

 

II_18. Para tener éxito (siddhi) hay que inspirar y espirar con lentitud, procediendo también de forma gradual con kumbhaka.

Efectos.

 

 

II_19. Cuando los nāḍis están purificados, el cuerpo adelgaza y brilla de forma natural.

 

II_20. Entonces, el yogui es capaz de retener la respiración a voluntad, se activa el fuego gástrico, el nāda (sonido interior) se hace audible y la salud es perfecta.

Purificaciones.

 

 

II_21. Ṣaṭkarma debe constituir la primera práctica para las personas flemáticas y de constitución débil. En otro caso (con vata, pitta y kapha equilibrados), no resulta necesario.

 

 

II_23. Estas prácticas purifican el cuerpo y han de mantenerse cuidadosamente en secreto puesto que producen resultados maravillosos y, en consecuencia, son muy apreciadas por los grandes yoguis.

Purificación del tracto digestivo.

 

 

II_24. Dhauti: se traga lentamente una tira de tela humedecida, de cuatro pulgadas de ancho y quince palmos de largo, siguiendo las instrucciones del guru, y se saca a continuación.

 

 

II_25. Dhauti resulta efectiva contra el asma, las enfermedades bronquiales, pliha, la lepra y muchas otras enfermedades debidas a un desequilibrio de kapha.

Purificación del recto.

 

 

II_26. Vastī: en utkaṭāsana (sentado en cuclillas, con los pies juntos y las nalgas sobre los talones) y sumergido en agua hasta el ombligo, se introduce en el recto un tubo delgado de bambú y se contrae el esfinter anal (para aspirar el agua, agitarla dentro y, finalmente, echarla fuera).

 

 

 

II_ 28. La práctica correcta de vastī, purifica los dhātu (elementos corporales: quilo, sangre, carne, grasa, hueso, médula y semen), los indriya y la mente (antaḥkaraṇa); deja el cuerpo brillante y aumenta el poder digestivo, eliminando todos los desórdenes fisiológicos.

Purificación de los senos nasales.

 

 

II_29. Netī : se introduce un fino cordón, de un palmo de largo, por una de las ventanas nasales y se saca por la boca.

 

 

II_30. Despeja la zona craneal y agudiza la visión; elimina con rapidez todas las molestias que surjan por encima de los hombros.

 

Purificación de los ojos.

 

 

II_31. Trāṭaka: se mira fijamente y sin parpadear un objeto pequeño, hasta

 

que surgen lágrimas. Los maestros llaman trāṭaka a esta práctica.

 

Purificación del abdomen.

 

 

II_33. Naulī: inclinar la zona de los hombros hacia delante apoyando con firmeza las palmas de las manos en el suelo; hacer girar el vientre hacia la

izquierda y hacia la derecha, como un remolino en un río. Los siddhas llaman

 

a esto naulī.

II_34 Esta excelente práctica del haṭhayoga elimina l pesadez del fuego gástrico, estimula la digestión, deja una sensación agradable y elimina todos los males y desajustes de los humores.

Purificación de los pulmones y senos craneales.

 

 

II_35. Kapālabhātī: efectuar recaka y pūraka rápidamente, como el fuelle de un herrero, se denomina kapālabhātī y elimina todos los males atribuibles a kapha.

Purificación de todos los nāḍis.

 

 

II_37. Algunos maestros opinan que los nāḍis pueden ser purificados solo con la práctica del prāṇāyāma y que los ṣaṭkarmas son innecesarios.

 

II_38. Gajakaraṇī: con ayuda de mūlabandha hacer subir apāna hacia la garganta y vomitar lo que haya en el estómago; con la práctica gradual de esta técnica del haṭhayoga se pueden controlar todos los nāḍis.

 

Conclusiones.

 

 

II_39. Todos los dioses, incluido brahmān, se han dedicado a la práctica del prāṇāyāma, librándose así del miedo a la muerte; por tanto, es conveniente practicar el control respiratorio.

 

 

 

II_42. Cuando prāṇa fluye a través de suṣumnā, la mente se estabiliza; esta fijación de la mente se llama unmanīavasthā (o manonmanīavasthā).

 

II_43. A fin de lograr tal estado, los yoguis expertos practican diferentes kumbhaka, obteniendo así maravillosos resultados (siddhis).

Técnicas de respiración.

 

 

II_44. Hay ocho kumbhakas: sūryabhedana, ujjāyī, śītkārī, śītālī, bhastrikā, bhrāmarī, mūrcchā y plāvinī.

Llaves durante la respiración.

 

II_45. Al final de pūraka se debe practicar jālandarabhanda; y al final de kumbhaka y principio de recaka se debe efectuar uḍḍiyānabandha.

 

 

II_47. Impulsando apāna hacia arriba (con mūlabandha) y haciendo bajar prāṇa desde la garganta (con jālandarabhanda), el yogui se libera de la vejez y se convierte en un joven de dieciséis años.

Respiración solar.

 

 

II_48. Sūryabhedana: el yogui ha de sentarse en una āsana adecuada, en un asiento confortable, e inspirar lentamente por piṅgalā (la fosa nasal derecha).

 

 

II_49. A continuación debe practicar kumbhaka hasta que sienta el prāṇa penetrar en todo su cuerpo, desde la punta de los cabellos hasta las uñas de los dedos de los pies; entonces ha de espirar lentamente a través de iḍā (la fosa nasal izquierda).

 

 

Respiración victoriosa.

 

 

II_51. Ujjāyī: con la boca cerrada, inspirar lentamente por ambas fosas nasales de tal forma que el aire produzca un ruido (sordo) al pasar por la garganta hacia los pulmones.

 

 

II_52. Practicar kumbhaka como antes y espirar por iḍā (la fosa nasal izquierda); con esta técnica se eliminan los problemas de flema en la garganta y se incrementa la capacidad digestiva del cuerpo.

 

Respiración enfriadora.

 

 

II_54. Śītkārī: inspirar por la boca produciendo un sonido sibilante, al mantener la lengua entre los dientes, y espirar a continuación por la nariz; la práctica continuada de ésta técnica vuelve al yogui hermoso como el dios del amor (Kāmadeva).

 

II_55. Entonces, se vuelve muy atractivo para las yoguinis, controla sus acciones, no siente hambre, ni sed y no se ve afectado por la somnolencia o la pereza.

 

 

 

Respiración refrescante.

 

 

II_57. Śītālī: inspirar a través de la lengua en forma de tubo, como el pico de un pájaro, proyectada un poco por fuera de los labios; a continuación, espirar lentamente a través de la nariz.

 

II_58. Este kumbhaka cura las enfermedades del abdomen y del bazo, entre otras; también evita la fiebre, la tendencia a sufrir trastornos biliares, el hambre, la sed y los efectos de los venenos.

Respiración del fuelle.

 

 

II_59. Bhastrikā: adoptando padmāsana, al colocar los pies sobre los muslos (contrarios), se eliminan los efectos nocivos de todas las enfermedades.

 

 

II_60_61. Tras adoptar correctamente dicha postura, con la espalda y la nuca alineadas, cerrar la boca y espirar con energía por la nariz de tal forma que se sienta la presión en el corazón, la garganta y la cabeza; a continuación, inspirar con rapidez hasta que la respiración alcance el loto del corazón.

 

 

 

II_64. Después de llenar el interior del cuerpo con prāṇa, cerrar ambas fosas nasales con el pulgar, el anular y el meñique; efectuar kumbhaka como antes y espirar (lentamente) a través de iḍā.

 

II_65. Esto elimina los desórdenes ocasionados por un exceso de pitta, kapha y vata y estimula el fuego gástrico del cuerpo

 

 

II_67. Esta kumbhaka denominada bhastrikā ha de practicarse especialmente, pues obliga al prāṇa a atravesar los tres nudos (granthi) de suṣumnā (brahmāgranthi, viṣṇugranthi, rudragranthi)

Respiración del zumbido.

 

 

II_68. Bhrāmarī: inspirar rápidamente, produciendo el sonido del vuelo de un zángano, y expirar a continuación con lentitud (después de efectuar kumbhaka), produciendo el sonido del vuelo de una abeja; con

la práctica de este ejercicio, los grandes yoguis experimentan una felicidad indescriptible en sus corazones.

Respiración extenuante.

 

 

II_69. Mūrcchā: al final de pūraka se ejecuta un firme jālandarabhanda y después se espira lentamente; éste kumbhaka reduce la actividad mental de forma muy agradable.

Respiración flotante.

 

 

II_70. Plāvinī: cuando se llenan los pulmones completamente de aire, el yogui puede flotar facilmente en el agua como una hoja de loto.

 

Tipos de retención respiratoria.

 

 

II_71. Hay tres tipos de prāṇayama: recaka, pūraka y kumbhaka; kumbhaka es

 

también de dos tipos: sahita (con pūraka y recaka) y kevala (sin pūraka ni recaka).

 

 

 

 

Retención absoluta.

 

 

II_72. Kevala es un kumbhaka independiente de pūraka y recaka, durante el cual se retiene prāṇa sin esfuerzo alguno; mientras no se domine totalmente kevala, se ha de practicar sahita.

 

II_74. Cuando se domina kevalakumbhaka, sin necesidad de pūraka y recaka,

 

no existe nada en el mundo (interior) que esté fuera del alcance del yogui.

 

Rāja y Haṭha.

 

 

II_76. No se puede perfeccionar el haṭhayoga sin la práctica del rājayoga, y viceversa; por tanto, se han de practicar los dos hasta que se obtenga la perfección en rājayoga.

 

 

II_77. Al final de la retención del aliento en kumbhaka se debe apartar la mente de todos los objetos; practicando así se alcanzará el estado de rājayoga.

Efectos de la práctica.

 

 

II_78. Cuando se perfecciona el haṭhayoga aparecen las siguientes señales: agilidad física, brillo en el rostro, manifestación del sonido interior (nāda), mirada transparente, salud, control del fluido seminal (bindu), aumento del fuego digestivo y total purificación de los nāḍis.

 

Tercera parte: sobre los mudrās

Kuṇḍalinī.

 

 

III_1. De la misma forma que Ananta, el señor de las serpientes, sostiene todo el universo con sus montañas y bosques, kuṇḍalinī es el fundamento de todas las prácticas de yoga.

 

 

III_3. (Entonces) suṣumnā se convierte en el camino real del prāṇa, la mente queda inactiva y el yogui vence a la muerte.

 

 

III_5. Así, se ha de practicar con empeño los diversos mudrās a fin de despertar a la poderosa diosa kuṇḍalinī que duerme cerrando la entrada a suṣumnā (la puerta de acceso a lo absoluto).

 

Mudrā.

 

 

III_6. Los diez mudrās son: mahāmudrā, mahābandha, mahāvedha, khecarī, uḍḍiyānabandha, mūlabandha, jālandarabhanda, viparītakaraṇī, vajrolīmudrā y śakticālana.

 

 

III_7. Destruyen la vejez y eliminan la muerte.

 

 

 

 

Mahāmudrā.

 

 

III_10. Mahāmudrā: presionar en el perineo con el talón izquierdo y manteniendo esirada la pierna derecha, agarrar los dedos del pie (derecho) con las manos.

 

 

III_11. Contraer la garganta (en jālandarabhanda) y llevar prāṇa hacia arriba (por el suṣumnā); De esta forma kuṇḍalinī se estira, igual que una serpiente (enroscada) cuando se golpea con un palo.

 

III_13. Espirar a continuación muy lentamente, nunca deprisa; los sabios denominan a esta práctica mahāmudrā.

 

 

III_14. Con su práctica, se destruyen los kleśas y se vence la muerte; por eso, los hombres mas sabios la llaman mahāmudrā, el gran mudrā.

 

 

 

III_17. El que practica mahāmudrā supera problemas como enflaquecimiento, lepra, hemorroides, gulma, molestias digestivas, etcétera.

 

 

III_18. Así se ha descrito mahāmudrā, que proporciona grandes siddhis a los hombres; debe mantenerse cuidadosamente en secreto, sin revelársela a nadie.

Mahābandha.

 

 

III_19. Mahābandha: colocar el talón izquierdo contra el perineo y el pie derecho sobre el muslo

 

 

III_20. Después de la inspiación, apretando firmemente la barbilla contra el pecho (en jālandarabhanda), contraer el esfinter anal y concentrar la atención en suṣumnā.

 

 

III_21. Tras contener la respiración el mayor tiempo posible, hay que espirar lentamente; después de haber practicado por el lado izquierdo, hay que repetir por el derecho.

 

 

 

 

III_24. Esta técnica permite liberarse de la gran trampa de Yama, consigue la unión de las tres corrientes (iḍā, piṅgalā y suṣumnā) y posibilita que la mente permanezca concentrada en el Kedāra.

Mahāvedha.

 

III_26. Mahāvedha: el yogui, sentado en mahābandha, debe inspirar con la mente concentrada y detener a continuación el flujo de prāṇa tanto hacia arriba como hacia abajo, por medio de jālandarabhanda.

 

 

III_27. Con las palmas de las manos apoyadas en el suelo, el yogui debe elevar su cuerpo en el aire para dejarse caer suavemente sobre sus nalgas varias veces; así, el prāṇa abandona los nāḍis (iḍā y piṅgalā) y se introduce en suṣumnā.

 

 

III_28. De esta forma tiene lugar la unión de luna, sol y fuego (iḍā, piṅgalā y suṣumnā), que conduce a la inmortalidad; cuando el cuerpo adopte un aspecto cadavérico, el yogui ha de espirar (lentamente).

Efectos.

 

 

III_30. Éstas son las tres (prácticas) que deben mantenerse secretas y que protegen contra la muerte y la vejez, aumentan el fuego gástrico y proporcionando siddhis, tales como aṇimā y otros.

 

 

III_31. Deben practicarse las tres ocho veces al día, cada tres horas; esto aumenta los efectos beneficiosos de las acciones y elimina los dañinos; quien reciba la instrucción adecuado (por parte del guru) lo practicará gradualmente.

Khecarī: técnica.

 

 

III_32. Khecarī: con la lengua doblada hacia atrás se tapona el orificio de conexión del paladar con las fosas nasales y se fija la mirada entre las cejas.

 

III_33. La lengua debe alargarse gradualmente, cortando (el frenillo), agitandola y estirandola, hasta que pueda tocar el entrecejo; entonces se consigue realizar propiamente khecarīmudrā.

 

(para agitar la lengua hay que cogerla con los dedos y moverla de derecha a izquierda; para estirarla hay que agarrarla y ordeñarla como las ubres de una vaca)

 

 

III_37. Cuando el yogui dobla su lengua hacia arriba y atrás puede cerrar el punto en que se cruzan los tres nāḍis, denominado vyomacakra; esto es khecarīmudrā.

Khecarī: efectos.

 

III_38. El yogui que permanece siquiera medio kṣaṇa (24 minutos) con la lengua dada vuelta, se libera de envenenamientos, enfermedad, vejez y muerte.

 

 

III_39. Quien domine khecarīmudrā no se verá afectado por la enfermedad, la muerte, la decadencia mental, el sueño, el hambre, la sed o la falta de lucidez intelectual.

 

 

III_40. Quien domine khecarīmudrā quedará libre de (las leyes del) karma y del tiempo.

 

 

Néctar.

 

 

III_44. Quien domine los secretos del yoga puede vencer a la muerte en quince dias, manteniendo la lengua doblada hacia atrás, con la mente concentrada y bebiendo somarasa (fluido vital, néctar).

 

 

III_45. El yogui que inunda su cuerpo diariamente con el néctar que fluye de la “luna” (somarasa) es inmune al veneno, aunque le muerda takṣaka.

 

 

III_46. De la misma forma que el fuego arde mientras hay combustible y la lámpara luce mientras quedan aceite y mecha, el alma permanece en el cuerpo mientras hay néctar que brota del soma.

 

 

III_48. La palabra go alude a la lengua; “comerla” (gomansabhaksna) equivale a meter la lengua en la cavidad del paladar; esto destruye todos los pecados.

III_50. Si la lengua permanece apretada contra el orificio del paladar haciendo fluir somarasa, que tiene un sabor salado, ácido y picante, pero que también parece leche, miel y ghē, entonces se eliminan todas las enfermedades y la vejez, se vuelve invulnerable a los ataques armados, alcanza la inmortalidad y los ocho siddhis y se vuelve irresistible ante las mujeres siddhas. libre de la influencia de la ignorancia (avidyā), el dolor y las ilusiones, khecarīmudrā alcanza la perfección.

Conclusión.

 

 

III_54. Existe solo un germen de evolución, que es om; existe un solo mudrā, khecarī; un solo deber, llegar a ser independiente de todo; y un solo estado espiritual, manomanī avasthā.

Uḍḍiyānabandha.

 

 

III_55. Uḍḍiyānabandha: se llama así entre los yoguis porque con su práctica el

 

prāṇa vuela por suṣumnā.

 

 

III_57. Se llama uḍḍiyānabandha a la retracción del abdomen por encima del ombligo (de tal forma que se empuje hacia la espalda y hacia el diafragma); es el león que vence al elefante, la muerte.

 

 

III_59. Se debe contraer el abdomen con fuerza por encima del ombligo y hacia atrás, y en el plazo de seis meses se vencerá a la muerte, sin lugar a dudas.

Mūlabandha.

 

III_61. Mūlabandha: presionar el perineo con el talón y contraer el (esfinter del) ano para hacer subir apāna.

 

 

III_62. Por medio de la contracción de mūlādhāra, la corriente de prāṇa, que normalmente fluye hacia abajo, es forzada a subir (por suṣumnā); los yoguis llaman a este ejercicio mūlabandha.

 

III_65. Con la práctica constante de mūlabandha se alcanza la unión de prāṇa y apāna, se reducen considerablemente las secreciones (de orina y excrementos) e incluso los mas viejos rejuvenecen.

 

 

III_67. Cuando apāna y el fuego se unen a prāṇa, caliente por naturaleza, el fuego corporal se intensifica especialmente.

Jālandharabandha.

 

 

III_70. Jālandarabhanda: contraer la garganta y mantener la barbilla apretada contra el pecho (hueco del esternón); jālandarabhanda destruye la vejez y la muerte.

 

III_71. Esta bandha se llama jālandara porque contrae los nāḍis y detiene el flujo descendente del néctar que baja desde soma a través de la cavidad en el paladar; elimina todas las afecciones de garganta.

 

 

III_73. Cuando la garganta está firmemente contraida los dos nāḍis (iḍā y piṅgalā) quedan como muertos; en la garganta se encuentra el cakra del medio, viśuddha, donde se unen firmemente los (nāḍis que conectan los) dieciséis puntos vitales.

 

(los puntos vitales son: pulgares, tobillos, rodillas, muslos, perineo, pene o clítoris, ombligo, corazón, nuca, garganta, lengua, nariz, entrecejo, frente, cabeza y brahmarandhra)

Bandhatraya.

 

 

III_74.      Practicando      (simultaneamente)       uḍḍiyānabandha,      mūlabandha        y

 

jālandarabhanda, se hacer subir prāṇa por suṣumnā.

 

 

III_75. De esta forma prāṇa queda inmovil en suṣumnā y se vence a la vejez, la enfermedad y la muerte.

 

 

III_76. El yogui conoce estas tres bandhas que practicaban los grandes siddhas, como medios fundamentales a través de las cuales se consigue el éxito en haṭhayoga.

Viparītakaraṇīmudrā.

 

 

III_77. Viparītakaraṇī: todo el néctar que produce la luna celestial (somarasa) acaba siendo devorado por el sol; así envejece el cuerpo.

 

 

 

III_79. Se trata de viparītakaraṇī, que situa el sol, en el plexo solar, por encima de la luna, sobre el paladar; esto ha de aprenderse siguiendo las instrucciones del guru.

 

III_80. En el que practica cada día incrementa el fuego gástrico y ha de tener siempre comida abundante.

 

 

III_81. Si reduce su alimentación, el fuego consumirá rápidamente su cuerpo. El primer día debe permanecer (sólo) por poco tiempo apoyado sobre la cabeza, con los pies en alto.

Vajrolīmudrā.

 

III_83. Vajrolīmudrā: incluso los que llevan una vida desordenada sin observar las disciplinas proclamadas por el yoga, pueden alcanzar el triunfo dominando vajrolīmudrā.

 

 

III_84. Para esta práctica se necesitan dos cosas difíciles de obtener para la gente común: leche (en el momento preciso) y una mujer que se comporte del modo deseado.

 

 

III_85. Aspirando el bindu que se eyacula durante la relación sexual, sea el sujeto hombre o mujer, se obtiene éxito en la práctica de vajrolī.

 

III_87. El bindu que esta a punto de ser eyaculado en la vagina de una mujer debe aspirarse con la ayuda de vajrolīmudrā; si la eyaculación ya ha tenido lugar se debe reaspirar el propio bindu junto con los fluidos vaginales a fin de preservarlo.

 

(durante la eyaculación, recorren la uretra contracciones espasmódicas, reflejas e irreprimibles que expulsan el esperma; vajrolī reduce el riesgo de eyaculación desensibilizando las terminaciones nerviosas de la uretra, lo que embota el reflejo eyaculatorio sin disminuir la voluptuosidad sexual)

 

 

 

III_90. El bindu de los hombres esta bajo el control de la mente, y la vida depende del bindu. Por lo tanto, la mente y el bindu deben ser protegidos por todos los medios.

III_91. Quien domine esta práctica debe aspirar completamente el semen junto con los fluidos vaginales de la mujer con quien tiene relación sexual, a través del pene.

 

(este śloka puede ser una interpolación posterior al texto)

 

Sahajolīmudrā.

 

III_92. Sahajolīmudrā: sahajolī y amarolī son distintas variaciones de vajrolī, dependiendo del resultado que se obtenga. Hay que mezclar cenizas de estiercol quemado con agua.

 

 

 

III_94. Esto se denomina sahajolī y debe ser estimado por los yoguis, pues es un proceso benéfico que proporciona la liberación a través de la experiencia sensual.

III_95. Esta técnica solo es dominada por personas virtuosas y valientes, que conocen la verdad y no son en absoluto envidiosas.

Amarolīmudrā.

 

 

III_96. Amarolīmudrā: según la doctrina secreta de los kapālika, amarolī consiste en beber la propia orina (amarī) una vez enfriada, desechando la primera orina de la mañana, por poseer un exceso de bilis, y la última del día, por ser muy ligera.

Vajrolī para la yoguini

 

 

III_98. Hay que mezclar cenizas con bindu tras la práctica de vajrolī y frotar con esta mezcla las partes nobles del cuerpo, obteniendo así visión divina.

 

III_99. Si una mujer practica lo suficiente como para volverse una experta y es capaz de absorber el bindu de un hombre (eyaculado en su interior) y retenerlo dentro, por medio de la técnica vajrolī, se convertirá en una yoguini.

III_101. Si bindu y rājas permanecen unidos en el interior del cuerpo mediante vajrolī, se consigue todo tipo de siddhis.

Conclusión.

 

 

III_103. Mediante la práctica del yoga de vajrolī, se obtiene la perfección del cuerpo (belleza, gracia y fuerza); este tipo de yoga proporciona mérito (puṇya) y, aunque coexiste con la experiencia sensual, conduce hacia la liberación.

 

Kuṇḍalinī.

 

 

III_104. Kutilangi, kuṇḍalinī, bhujaṅgī, śakti, īśvarī, kuṇḍalī, arundhatī: todas éstas palabras son sinónimas.

 

 

III_105. Igual que la puerta se abre con la llave, el yogui debe abrir la puerta de la liberación mediante el haṭhayoga y el poder de kuṇḍalinī.

 

 

 

 

 

III_109. Entre el Gaṅgā y el Yamunā está sentada una joven viuda practicando tapas; hay que poseerla por la fuerza, pues esto conduce a la sede suprema de Viṣṇu (su esposo en sahasrara).

 

 

III_110. El sagrado Gaṅgā es iḍā y el Yamunā es piṅgalā; entre iḍā y piṅgalā esta la joven viuda kuṇḍalinī.

Śakticālanamudrā.

 

 

III_111. Śakticālanakriyā: se debe despertar a la serpiente dormiḍā (kuṇḍalinī) agarrándole la cola; entonces, śakti abandona su sueño y se levanta con fuerza.

 

III_112. Después de inspirar por piṅgalā, la adormeciḍā serpiente debe ser manejada mediante la técnica paridhāna, a fin de moverla diariamente durante hora y media, tanto al amanecer como al atardecer.

 

(la técnica paridhāna es similar a naulī, pues consiste en mover los músculos abdominales de izquierda a derecha, de derecha a izquierda y en espiral)

Kanda.

 

 

III_113. El kanda tiene una extensión igual al ancho de doce dedos, se encuentra situado encima del ano a una distancia de cuatro dedos y tiene un aspecto delicado, de color blanco, como cubierto por un trozo de paño blanco.

 

(el centro del cuerpo se halla en un punto situado dos dedos por encima del ano y dos dedos por debajo de la raiz del pene; el kanda se halla a nueve dedos del centro del cuerpo y parece un huevo cubierto por una serie de capas membranosas; los aṇimāles lo tienen situado en el centro del abdomen)

 

III_114. Sentado en la postura vajrāsana, coger los pies cerca de los tobillos y presionar (con los talones) sobre el kanda.

III_115. En la postura de vajrāsana, después de mover kuṇḍalinī, el yogui ha de practicar bhastrikākumbhaka, a fin de despertarla rápiḍāmente.

 

III_118. De esta forma, kuṇḍalinī deja libre la entrada de suṣumnā, que es arrastrada sin esfuerzo hacia arriba por la corriente de prāṇa.

 

 

 

 

Efectos.

 

 

III_119. Por lo tanto, se ha de mover todos los dias esta arundhatī, que duerme cómodamente, pues así el yogui se verá libre de enfermedades.

 

III_121. Sólo el yogui que lleva una vida de brahmacarya, observa una dieta moderada y saludable, y practica yoga estimulando correctamente a kuṇḍalinī, alcanzará siddhis en el plazo de 40 días.

Otras técnicas.

 

 

III_123. Aparte de la práctica de śakticālana, que hace moverse a kuṇḍalinī, ¿qué otras técnicas hay para eliminar las impurezas de los 72.000 nāḍis?

III_124. Suṣumnā se endereza (para facilitar el paso de prāṇa) por medio de la práctica de āsanas, prāṇāyāmas y mudrās.

 

 

III_125. Quien permanezca atento a la práctica (liberado de la pereza) y concentrado en samādhi, obtendrá grandes beneficios tanto de śāmbhavī como de otros mudrās.

 

III_127. Todas las técnicas de prāṇāyāma han de realizarse con la mente concentrada; el sabio no debe permitir que su mente ande vagando (mientras practica los ejercicios).

Conclusiones.

 

III_128. El primer Señor, Śiva, ha descrito de esta forma las diez mudrās; cada una de ellas otorgará grandes siddhis a quien permanezca autocontrolado (yamin).

 

III_129. El que imparte las enseñanzas sobre estos mudrās, recibidas a su vez tal como se trasmiten tradicionalmente, de guru a guru, él mismo es verdaderamente un guru, y se le puede llamar maestro, Dios (pṛthivī) en forma humana.

 

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